El arroz entrerriano se cultiva en suelos ricos y se riega con aguas puras del Acuífero Guaraní, lo que asegura un producto de calidad superior y características únicas.
Es el resultado del esfuerzo de generaciones de familias que han mantenido viva la tradición arrocera, con un profundo orgullo por producir un arroz que representa la identidad de Entre Ríos.
Desarrollado a través de la investigación local, el arroz entrerriano cuenta con variedades adaptadas a la región que garantizan su rendimiento y calidad, combinando tradición con avances tecnológicos.
Se cultiva con prácticas agrícolas sostenibles, en un esfuerzo conjunto entre productores, molinos e instituciones, asegurando un impacto ambiental mínimo y el bienestar de la comunidad.
Cada grano lleva un sello de origen que certifica su autenticidad y su paso por rigurosos controles de calidad, lo que garantiza un producto fresco y de excelencia en cada etapa de su producción.